1 p]:text-cms-story-body-color-text clearfix”>
Vienen haciendo películas de acción desde hace casi dos décadas, más precisamente, desde que se dieron a la tarea de crear “Kiltro” (2006), un verdadero clásico del cine latinoamericano de serie B.
En ese sentido, “Diablo”, el filme surgido de la misma dupla chilena conformada por el director Ernesto Díaz Espinoza y el experto en artes marciales Marko Zaror, que se lanza esta semana en el Lumiere Music Hall de Beverly Hills, en Video On Demand y en formato digital, no es realmente novedoso. Pero sí lo es en muchos otros aspectos.
Y es que, además de que esta es la primera cinta de Díaz Espinoza que se ha filmado fuera de Chile (más precisamente, en Colombia), es la primera que involucra directamente a los dos con Scott Adkins, el aclamado artista marcial que había compartido ya la pantalla con Zaror en cuatro ocasiones (una de ellas en “John Wick: Chapter 4”, ni más ni menos), pero que no había trabajado nunca con el cineasta sudamericano.
En entrevista con Los Angeles Times en Español, el actor inglés, que además de ser el protagonista de la película figura en los créditos de la historia, afirmó que la primera idea detrás de este título era la elaboración de un guión que permitiera que tanto él como Zaror se convirtieran en los personajes principales de su propio proyecto.
“Después de eso, pensamos en ‘No Country for Old Men’, que es una gran película”, explicó, en alusión a la celebrada cinta de los hermanos Coen. “¿Cómo sería tener una versión de ese relato en el género de acción, y con la acción a tope?”
2
Duelo de titanes
p]:text-cms-story-body-color-text clearfix”>
En “Diablo”, Adkins interpreta a Kris Chaney, un anglosajón errante que llega a escondidas a Bogotá para secuestrar a Elisa (Alana De La Rossa), la hija adolescente del mafioso Vicente (Lucho Velasquez). Sus intenciones no son necesariamente malas, pero no tendrá un escape fácil, por supuesto.
Además de ser perseguido por los secuaces de Vicente, Kris verá interrumpido constantemente su camino por “El Corvo” (Zaror), un misterioso y siniestro individuo que, además de ser un as del combate mano a mano, tiene un arma secreta en su propio cuerpo. Kris y “El Corvo” se enfrentan extensamente al menos en tres ocasiones, y todas ellas son realmente explosivas y emocionantes.
“Si me dijeras que mi vida depende de rodar la mejor escena de lucha posible, la haría con Marko, porque me entiendo con él a la perfección”, nos dijo Adkins. “Podemos darlo todo al 100 %, lanzándonos puñetazos y patadas con total confianza de que el otro estará a salvo y no se olvidará de la coreografía”.
Por ese lado, el intérprete europeo reconoce la habilidad de Zaror para el diseño de escenas de acción. En una entrevista separada, Zaror habló de la estrategia que empleó con Díaz Espinoza, con quien ha hecho seis películas: él se encargó de la parte de las artes marciales, grabando los ensayos con un celular y editándolos, para reunirse luego con el cineasta y presentar una propuesta de tomas que terminaba siendo modificada.
“Al final, Ernesto tenía la visión de la película completa, y la desarrolló con Niccolo De La Fere, el director de fotografía, que también es un artista marcial”, detalló nuestro entrevistado.
Zaror reconoció también el aprecio que tiene por el inglés. “Scott es un tremendo artista marcial y un tremendo ser humano, y nos conectamos desde el primer día del rodaje de ‘Undisputed III: Redemption’ [2010]”, recordó, aludiendo a la primera cinta que los tuvo juntos. “Me di cuenta de que era igual que yo, un niño grande con una pasión gigante por las artes marciales y las películas. De ahí empezó una amistad que dura hasta el día de hoy, y en la que yo quería incluir a Ernesto”.
3
Tras la cámara
p]:text-cms-story-body-color-text clearfix”>
Era necesario entonces que habláramos adicionalmente con Díaz Espinoza, quien, en una conversación posterior, aseguró que fue un honor trabajar con Adkins. “Fue una gran experiencia que me gustaría repetir, aunque, al inicio, tenía el nerviosismo natural de estar a la altura de su talento”, confesó.
“Scott es una persona que, aparte de toda la experiencia que tiene después de haber filmado 60 o 70 películas, es un cinéfilo y alguien que podría ser fácilmente director, por todo lo que sabe de coreografías y de ángulos de cámara”, añadió.
Adkins también tiene piropos para Díaz Espinoza, cuyas películas anteriores le encantaron y que había buscado durante mucho tiempo colaborar con él. “Pese a que no tuvo dinero para hacerlas, su talento era claro en ellas”, afirmó.
“Ahora, contó con un presupuesto mucho mayor, pero demostró nuevamente que sabe hacer bien las cosas con pocos recursos”, agregó. “Entiende exactamente lo que necesita. No pierde el tiempo. Edita sus propias películas. No filma nada que vaya a dejar en la sala de montaje. Entiende el género. Y mientras que muchos directores de acción no saben cómo hablar con sus actores, da instrucciones muy concisas y fáciles de entender, lo que me pareció genial”.
4
Malo de malos
p]:text-cms-story-body-color-text clearfix”>
Más allá de sus notables secuencias de pelea, “Diablo” llama la atención por el lucimiento que le ofrece a un villano memorable, “El Corvo”, que es interpretado por Zaror y que tiene una mano de hierro que, por si fuera poco, revela un afilado cuchillo cuando es removida.
“Fue idea de Ernesto, y a todos nos encantó, porque hemos crecido con ‘Enter the Dragon’ [1973] y ‘Live and Let Die’ [1973]”, retomó Adkins. “Pero, entonces, empezamos a preguntarnos: ‘¿Estamos yendo demasiado lejos? ¿Estamos traspasando los límites? ¿Funcionará? ¿Seremos capaces de llevarlo a cabo, ya que no contamos con un presupuesto para efectos especiales? Sin embargo, creo que fue la decisión correcta”.
Pese a que “Diablo” es la cinta más cara en la historia de Díaz Espinoza, cuyos trabajos anteriores manejaron presupuestos minúsculos, se trataba todavía de un proyecto de bajo costo en términos internacionales, por lo que había que buscar necesariamente atajos.
“Marko tenía que mantener el puño cerrado en todas las peleas”, recordó el inglés. “Hay una parte en la que tiene que levantarme y en la que se ve que me agarra un poco la pierna, porque era difícil tener que estar pensando en ello todo el tiempo. Se podría haber hecho fácilmente con CGI, pero no podíamos permitirnos ese lujo”.
5
La fuente del mal
p]:text-cms-story-body-color-text clearfix”>
En palabras del director, la intención era crear un villano cercano a los de las películas de terror, con la finalidad de que los personajes de Kris y Elisa sintieran realmente el miedo constante de la persecución.
“Era más potente decir que este personaje es un psicópata que decir que es un simple matón a sueldo”, justificó. “Y eso es algo que está muy bien hecho en ‘No Country for Old Men’, pero también en la primera ‘Terminator’, que mezcla la ciencia-ficción con el horror”.
“Tiene que ver igualmente con un ingrediente propio de los clásicos del cine de kung fu de los ‘70, donde los malos solían tener un ‘gadget’ o algo en particular, como un arma o un bastón que se estiraba”, detalló. “De hecho, la mano de hierro aparece ya en ‘Enter the Dragon’. Y es algo que se relaciona también un poquito con las películas de James Bond”.
Por su parte, Zaror contó que, para prepararse, vio algunas películas de terror recomendadas por Díaz Espinoza, como las asiáticas “I Saw the Devil” (2010) y “Audition” (1999), al igual que obras cinematográficas de David Lynch. “Nos interesaban esas atmósferas siniestras, esos personajes que, sin tener que hacer nada, te generan incomodidad cuando los miras”, explicó. “Trabajamos con ese objetivo”.
Pese a que la idea de la mano de hierro fue parte de la historia de Ernesto, el otro chileno quiso agregar un detalle. “El corvo es un cuchillo que ocupan los militares en Chile, y que es muy temido porque entra y después lo jalas, con lo que te puede sacar las tripas”, describió.
Cualquier fan de la acción que se respete y que vea “Diablo” se dará cuenta de que, a estas alturas, Díaz Espinoza tendría estar trabajando ya en superproducciones estadounidenses, una circunstancia que, curiosamente, no se ha dado.
“Ha habido coqueteos constantes con Hollywood, pero las cosas no han resultado”, nos dijo el realizador. “Es un camino difícil y largo. Hay gente que con la primera película logra instalarse, y sí, obviamente, me gustaría hacer algo más grande. Pero hay que seguir trabajando duro y haciéndolo todo con el entusiasmo de siempre”.
Por el momento, se encuentra en sus planes desarrollar la secuela de “El Puno del Cóndor” (2022), el trabajo de carácter íntimo que hizo igualmente con Zaror, y acaba de escribir un guión que podría desarrollarse con el mismo equipo de “Diablo”. “También tengo por ahí una historia de terror”, concluyó. “Estamos viendo qué es lo que sale”.
The post El dúo chileno de Zaror y Díaz Espinoza se unió a Scott Adkins para crear una explosiva cinta de acción appeared first on Los Angeles Times.