LOS ÁNGELES — Durante 8 días consecutivos, las calles del centro de Los Ángeles han vibrado con las protestas de decenas de personas; estas manifestaciones se originaron a partir de las redadas masivas que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) realiza en el sur de California desde el 6 de junio.
En las protestas, que se han concentrado frente al edificio federal que se encuentra en el 300 N. Los Angeles St, han acudido personas de diferentes lugares y con variadas motivaciones; en lo que coinciden es en la solidaridad con una persona con estatus irregular, por quienes alzan la voz ante el aumento de detenciones; en algunos casos, la razón es muy personal: un padre, una madre o una abuela que no tiene documentos.
Con un cartel en sus manos y acompañada de una amiga anglosajona, Lissette llegó pensando en un alumno salvadoreño.
Esta joven, de 24 años y graduada de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), es profesora de una escuela secundaria. En toda su vida es la primera vez que participa en una protesta. Sus padres dejaron México con la idea de encontrar un futuro mejor en California. Una forma de honrar el sacrificio de sus padres es participar en esta acción cívica, pero lo hace también porque observa la lucha de sus estudiantes.
“Las noticias hacen ver que las protestas son violentas, pero no he visto nada de eso”, asegura Lissette, quien llegó por cuenta propia a una marcha en contra de ICE. “Lo hago por ser maestra; tengo estudiantes que vinieron [de otros países], tengo uno de El Salvador, yo sé que ha sido muy difícil para él, está tratando de ir al colegio, trabajando, es difícil pasar por todo esto”.
Enfundadas con playeras de la selección de fútbol de México, llegó Lorraine Valenzuela junto a sus hijas Lorraine Anais, de 26 años y Dasia, de 18. En sus manos portaban carteles con mensajes de rechazo a las políticas anti-inmigrantes. La última vez que estuvo en una protesta, dijo la mujer residente en Whittier, fue en 2006 en la manifestación que participaron más de 500 mil personas en Los Ángeles.
“Todo lo que está pasando es muy injusto”, lamentó Valenzuela.
Ella participa para expresar su gratitud a sus padres, originarios del estado mexicano de Jalisco. También le sirve para enseñarle a sus hijas que los derechos tienen que defenderse.
“Me da coraje y miedo porque [Trump] ha tratado de destruir cada paso que nosotros supimos que era seguro: nuestra ciudadanía y paz, caminar sin tener que enseñar nuestros pasaportes”, agregó.
En estas protestas, algunas personas como Juan han tratado de expresar su creatividad. Pintado con los colores rojo, verde y blanco en el rostro, un sombrero negro en su cabeza y una bandera mexicana en sus manos, llegó con un grupo de amigos.
Sus padres, nacidos en la ciudad de Guadalajara, son inmigrantes.
“Vine porque están agarrando gente como mi mamá y mi papá; vengo a apoyar para que eso pare”, indicó el joven de 34 años.
Junto a Juan estaba Anjannette Delgado con sus dos hijas, de 5 y 10 años. Ella acudió a la protesta porque su hija mayor, Alayna, le pidió que participara. Anjanette está casada con un salvadoreño.
Levantando una bandera de El Salvador, Alayna se acordó de su abuela paterna.
“Quería venir para pelear por los inmigrantes, para que inmigrantes como mi abuela tengan igualdad de derechos”, comentó con claridad.
Entre la multitud, Tirza sobresalía con una bandera hondureña, la cual lleva dos franjas azules y una blanca con 5 estrellas. Esta joven, de 26 años, viajó desde Lancaster. “Vengo por mis padres y mi familia, que vinieron para darme una vida mejor”.
Blanco, como pidió una joven ser identificada, llevaba un sombrero negro con las iniciales de Los Ángeles. En sus manos, sobre el cartel en el que pedía la salida de ICE, colocó una bandera de El Salvador.
Esta joven, hija de madre salvadoreña y padre nicaragüense, recordó que su progenitora obtuvo la ciudadanía estadounidense hasta que ella cumplió 13 años.
“Un día de estos se van a llevar a alguien que tu amas, puedes hacer algo antes”, exhortó.
Lo que está pasando en Estados Unidos, es algo que Halima Barreto no reconoce.
Esta joven, de 35 años, acudió a la protesta junto a sus padres oriundos de Managua, Nicaragua, quienes llegaron a Los Ángeles en la década de 1980.
Barreto participó en la protesta para revertir la narrativa de que las acciones en contra de ICE son violentas, como lo muestran de forma reiterativa las redes sociales. “Todo ha sido bonito, la gente estaba cantando y bailando, todo muy respetuoso”, comentó. Si pudiera, participaría todos los días, pero tiene que trabajar, agregó.
“Tenemos que ejercer nuestra libertad de expresión”, insistió Barreto, advirtiendo que es un acto de injusticia ver a tantas familias fracturadas por las redadas.
Las protestas en Los Ángeles iniciaron desde la primera redada que ICE realizó el 6 de junio, en el distrito de la moda y en las ferreterías Home Depot, las cuales se han extendido a diferentes ciudades.
Al mismo tiempo que los operativos de la “Migra” siguen realizándose en el sur de California, las manifestaciones de rechazo siguen desarrollándose enfrente del edificio federal.
The post Los manifestantes en Los Ángeles expresan su solidaridad. Protestan también por sus padres y sus abuelos appeared first on Los Angeles Times.