MÚNICH, ALEMANIA — Si había una selección que podía parar a la aplanadora llamada España en Europa, era su similar de Portugal; y de la mano de Cristiano Ronaldo y compañía, el conjunto lusitano empató 2-2 en tiempos extra, pero venció en la tanda de penales 5-3 a La Roja, para coronarse campeón de la Liga de Naciones de la UEFA el domingo.
El cotejo se llevó a cabo ante un lleno espectacular en la Arena Múnich del Sur de Alemania, misma que se vistió de gala con las aficiones de ambos países.
España comenzó estudiando a Portugal, intentando abrir el candado defensivo, mientras que los lusitanos le apuntaban a los contragolpes.
Nico Williams era una pesadilla por la banda izquierda y precisamente se involucró en la primera anotación. Era el minuto 21 cuando en un error defensivo, Williams se enfrentaba ante el arquero y dos defensas, para la mala salida de Diogo Costa que solo vio como Martín Zubimendi llegaba solo y sin marca para empujar el esférico al fondo de la portería y poner el 1-0 temporal.
El empate vino al 26, cuando Cristiano Ronaldo inició una jugada de ataque en el tercer cuarto de la cancha, pasó la pelota a la banda izquierda para que Pedro Neto la acomodara para la entrada al área grande de Nuno Mendes, ahí el número 25 sacaría un misil para poner las cosas 1-1.
Y las emociones no terminarían ahí, justo al minuto 45, Mikel Oyarzabal aprovechó un error defensivo para recibir el esférico y prácticamente solo contra Costa, tirar hacia el palo opuesto de Costa para el 2-1, mandando a ambos equipos al descanso.
Para la segunda parte Portugal se volvió más ofensivo, incluso tras el pitido de arranque consiguió un gol de Bruno Fernandes que fue marcado justamente como fuera de lugar.
Al 61’ llegaría la magia de Cristiano Ronaldo, Vitinha ingresaría al área grande por la izquierda, sacaría un centro que fue desviado por el defensa Robin Le Normand, pero el rebote cayó a la entrada de CR7 que se metió al área chica para simplemente empujar el esférico con elegancia, poner las cosas 2-2 y escuchar como todo el estadio coreaba su nombre.
Pero las cosas buenas no duran para siempre y tras una carrera donde intentaba quedar a solas en contra de Unai Simón, Ronaldo se lesionó y tuvo que salir de cambio a un par de minutos del final de los 90’ de tiempo regular.
El primer tiempo extra fue muy movido, pero el marcador no se movió para nada y había que esperar un poco más para coronar a un equipo campeón de la Liga de Naciones. Y el descuento del alargue fue completamente de Rafael Leao, quién había entrado como cambio y desde que ingresó a la cancha volvió loca a la defensa española por la banda izquierda. La pizarra siguió 2-2 y la tanda de penales tendría qué definir al ganador.
Goncalo Ramos, Vitinha, Bruno Fernandes, Nuno Mendes y Rúben Neves marcaron por la Selección Portuguesa; mientras que Mikel Merino, Álex Baena, e Isco hicieron lo propio por España, pero Álvaro Morata vio como Diogo Costa le paraba la pena máxima para así Portugal coronarse campeón y regresar a su ídolo, Ronaldo, a la cima.
Cristiano Ronaldo, líder, estrella y ser humano
Creo que es como la quinta vez que escribo sobre la leyenda viviente de la Selección Portuguesa, pero el compartir una semana en Bavaria con él, ver el amor que le dan sus fans y cómo vuelve locos a todos con su presencia, me hace darme cuenta de lo que significa Cristiano Ronaldo, líder, estrella y ser humano.
El capitán de Portugal es el primer en salir a la cancha, y el más ovacionado por todos, incluyendo a todos aquellos fans que solo compraron un boleto para verlo jugar, aunque él no sea parte de su nación. Los españoles le aplauden al verlo salir a la cancha porque recuerdan sus buenos momentos que vivió en el Real Madrid.
Incluso, durante el periodo de calentamiento, la afición cantaba su famoso grito de “¡Siu!” cada que marcaba un gol en la portería de Diogo Costa, incluso si era una anotación malísima.
Ya durante el encuentro Ronaldo demostró ser un gran líder, fue a saludar a todos su compañeros antes del arranque del partido, para inyectarles un poco de emoción y que estuvieran listos para la gran final de la UEFA Nations League.
En el partido, fue partícipe de casi todas las jugadas de peligro del conjunto lusitano, incluso iniciando varias ocasiones de ataque. Su físico no es el mismo de antes, pero su fortaleza mental es increíble y mejora con cada 90 minutos jugados en el césped de un estadio.
Cristiano pedía el esférico, corría para desmarcarse y si no podía hacerlo al menos jalaba la marca de un defensa español. Ese era el líder que pedía Portugal.
Y la estrella y ser humano es simplemente CR7 que saluda a sus fanáticos, sabiendo que no puede hacerlo personalmente con todos, pero que cada que corean su nombre merecen ser reconocidos por él.
La UEFA Nations League es un torneo de selecciones nacionales, pero solo un nombre pesó por completo, el nombre de Cristiano Ronaldo, líder, estrella y ser humano.
Lo que aprendí persiguiendo a Cristiano por todo Múnich
Cuando una de las más grandes leyendas del futbol mundial está en una ciudad, los fanáticos del futbol se vuelven locos, no solo los aficionados que lo siguen en club y selección nacional, sino todos lo que amamos al balompié. Y este sábado tuve la oportunidad de ponerle “marcación personal” a una de las estrellas más grandes de este deporte, y esto es lo que aprendí persiguiendo a Cristiano Ronaldo por todo Múnich.
Para poner un poco de referencia, el astro portugués está hospedado a tan solo una cuadra de mi apartamento rentado en Alemania, por lo que he podido ser testigo de como volvió loca a la ciudad.
En ese mismo hotel se quedó el Inter de Milán antes de la Final de la UEFA Champions League y la conmoción no era tanta, las vallas eran pequeñas, la seguridad era mínima. Pero con Cristiano las cosas son diferentes y además de que se instaló una valla de dos metros de altura, también se triplicó la presencia policiaca. Incluso el miércoles cerraron las calles aledañas para la llegada del autobús portugués.
Por la mañana del sábado visité el hotel de concentración lusitano y hablé con Pablo de México, quién me dijo que vio como Cristiano salió y regaló algunos autógrafos y fotos para sus fans. También platiqué con Marta, portuguesa que ahora vive en Múnich, y me platicó como sus amigos se han vuelto locos con la presencia de Ronaldo en el Sur de Alemania.
Ya por la tarde ingresé al estadio Allianz Arena para las conferencias previas donde noté un CR7 alegre, tranquilo, con la seguridad que puede vencer a la Selección Española, e incluso bromeó de cuando tenía que traducirle a Lionel Messi del inglés a español durante las galas de FIFA.
Después nos trasladamos a los campos de entrenamiento del Bayern de Múnich, donde en la cancha principal un Cristiano entrenaba de buen humor pese a la ligera lluvia que caía sobre su cabeza.
Y para cerrar el día, volvimos al hotel de concentración y el astro portugués todavía se dio el lujo de saludar a la afición presente antes de entrar para concentrarse en su duelo con la historia este domingo en el Allianz Arena.
Lo que aprendí persiguiendo a Cristiano Ronaldo por todo Múnich: que el futbol es su gran amor y seguirá jugando hasta que su cuerpo le diga que no, que pese a su estatus de estrella ama a cada uno de sus fanáticos, que su respeto por Lionel Messi es grande y la guerra con él es inventada por los medios de comunicación, y también que andar de arriba para abajo en el Sur de Alemania es muy cansado y que seguirle el ritmo a un deportista de alto rendimiento no es la mejor de las ideas.
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