El año de inactividad terminó siendo demasiado para Ryan García la noche del viernes en la Gran Manzana.
Sin chispa y con muy poco volumen de golpes, García cayó ante un Rolando Romero que llegó al Time Square de Nueva York con una buena estrategia para ganar por decisión unánime. Todo estaba listo para una segunda pelea entre García y Devin Haney, si ambos salían ganadores el viernes, pero Romero arruinó la fiesta a todos con su convincente victoria sobre García.
Antes de ese combate, Haney venció a José Ramírez en el evento coprincipal, pero tras la derrota de García, la contienda entre ambos se tambalea. Visiblemente molesto consigo mismo, en conferencia de prensa, García (24-2, 20 KOs) dijo a pesar del resultado, estaba contemplando ese duelo ante Haney o un segundo enfrentamiento ante Romero.
La mala noche de ‘KingRy’ se veía venir desde que en el segundo asalto probó la lona tras un golpe de gancho certero de Romero. Entonces, García siguió siendo muy cauteloso tras probar la lona y dejó de sacar su letal gancho de izquierda. En su afán de defenderse, García dejó de lanzar golpes, limitándose a jabs, por lo que Romero aprovechó esa falta de ofensiva para seguir acumulando rounds.
“Las caídas siempre ayudan”, dijo Romero (17-2, 13 KOs) tras la victoria que le permitió capturar el campeonato de peso welter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), su tercera corona en su carrera. Anteriormente, tuvo en su posesión el título ligero y superligero de la AMB.
“Tiene una buena zurda, pero se abrió cuando lo tumbé y luego ya no volvió a hacer nada”, dijo Romero.
García pareció estar pagando los pecados del pasado. En su última pelea profesional ante Haney en abril de 2024, el mexicoamericano no dio el peso y luego dio positivo a una sustancia prohibida llamada Ostarine. García ganó ese combate por decisión pero luego fue suspendido por un año por la Comisión Atlética de Nueva York y el resultado fue convertido a un “No Contest”.
“Ese año de descanso fue mucho para mí”, aceptó García, quien peleó por primera vez en 147. “Sufrí muchas cosas mentalmente, pero regresaré”.
García pareció estar muy pesado en su debut en 147, mientras que Romero evidenció una mayor corpulencia y poder en ese peso.
Romero también lució como un hombre con más ambición pues tras sus derrotas ante Gervonta Davis e Isaac Cruz, este era un duelo de vida o muerte para el peleador de raíces cubanas. Ahora, dijo que estaría dispuesto a enfrentar a cualquier rival en las 147 libras.
“No peleo por dinero, peleo por campeonatos del mundo y ahora tengo tres”, dijo Romero tras robarse la noche en Nueva York.
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